Un rosado de Pinot Noir elaborado con mínima intervención, que conquista por su frescor y dulzor amable. Nada empalagoso: al contrario, es ligero, vibrante y muy fácil de disfrutar.
 
En boca inicia con notas golosas de mermelada de cranberries, que dan paso a una frescura frutal marcada por manzana verde, pera y durazno. Tiene buena sedosidad y un leve peso en boca que lo hace envolvente sin perder agilidad. Perfecto para una tarde cálida y relajada, idealmente acompañado de una pizza de pera con queso azul. Un vino para compartir sin reglas, pero con mucho estilo.
 
 
En el corazón del Valle de San Antonio (Leyda), se encuentra Hacienda San Juan, una viña boutique nacida en 2010 sobre las ruinas de una antigua hacienda ligada al presidente Balmaceda. 
 
Liderada por Francisco Freire y su familia, este proyecto apuesta por la viticultura orgánica y biodinámica, aprovechando la brisa costera, suelos graníticos y arcillosos, y un microclima privilegiado a solo 4 km del océano.
 
Empezaron con plantaciones de Pinot Noir, Syrah y Chardonnay que hoy dan vinos de alta expresión y frescura costera. Desde recorridos por el viñedo y la bodega hasta aroma de árbol de alcornoque centenario – todo envuelto en historia y naturaleza – cada botella refleja una conexión profunda entre tradición, paisaje y estilo contemporáneo.